“La fe en Cristo nos anima en la esperanza de lograr mayor transparencia de su luz, suplicamos por una mejor y más equitativa distribución de la riqueza y mayor independencia de los poderes republicanos (…) La Patria es un don recibido, la Nación una tarea que nos convoca, asumir esta misión con espíritu fraterno es el mejor modo de celebrar el Bicentenario”,
“aprender de nuestras crisis, a que hagamos de los desencuentros una oportunidad de crecimiento, nunca ha ayudado la falta de esperanza, debemos afirmar que el Bicentenario es un desafío para la democracia” porque “interpela, interroga, reclama soluciones, estimula a presentar propuestas sociales y culturales y mejorar nuestras instituciones”. “Estamos ante una oportunidad única, donde la llamada globalización nos desafía a no perder nuestra identidad, se trata de enriquecernos, también es una ocasión propicia para una mayor integración al Continente, la Patria Grande soñada por San Martín y Bolívar; nos debemos un mayor desarrollo federal, hemos de promover una mayor fidelidad a la democracia que es la única que puede garantizar la igualdad y los derechos de todos”
Monseñor Agustín Radrizzani
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